Miedo...

Como héroe de guerras perdidas

así está, preguntándole al sol,

sobre aquellas flores tan viejas,

sobre el reflejo de un pétalo en la biblia,

y mientras tanto...pensando, amando, sintiendo,

y así va despertando y viéndose,

compartiendo esencias,

guardándolas en bolsas,

noches largas de recuerdos,

palabras, caricias y risas,

alejándose del cilindro

de esa ruleta rusa que le sumía en el silencio,

en el suburbio reseco de una risa...

y yo, ¡qué miedo tengo!

y así está, encontrándose,

en el arte de un tiempo olvidado,

tan solo para agilizar la vida,

para deslumbrar aquellos resquicios de luz

que no se percataron,

de este deseo que le aferra

dentro de esta pasión ya inevitable

confabulando el ahora

con el trayecto de siempre,

caminando hacia esto,

simplemente yendo...pero yendo solo,

reverberando sonidos a la saga del tiempo...

¡me aterra pensar que tanto se buscaron

dentro de la inconsciencia desesperada de un beso!

para regresar a los dominios esenciales de la vida,

que hoy les separan en un verso,

donde yo me encuentro,

donde me siento y espero,

sublime estrofa, a modo de puerto

para poder zarpar sin punto fijo,

para ir hacia el todo

eternamente unidos,

siempre unidos,

dentro de la realidad de su sueño,

tal vez, si se acomoda en esos recuerdos,

yo, le pierda…