Carta para ti.

Como no tengo sueño.. aquí me tienes delante del ordenador, intentando de cualquier manera comunicarme contigo... llegaría a entender que me llames pesada, pero hay tantas cosas... tan poco tiempo...y cada vez que te siento mas cerca de la piel, te me escapas.


Qué convulsos son el instinto y las sensaciones, antes te fiabas más de ellos...ahora...tiendes a darle al "pause" para respirar y rumiártelo todo muy juntito, y yo opto por ser yo misma y tomarme poco en serio....para sufrir un poco menos.

Tal vez alguien así es lo que me "complementa". Con esta categórica afirmación no quise decir que no sea yo pasional, todo lo contrario. Soy puro fuego, tú lo sabes,  y tanto soy, que lo más probable es que necesite alguien que me canalice, que me dosifique, y que extienda mis armas y las elija.


Tu me rodeas... tengo la sensación de un letargo absoluto hasta que te conocí a ti. Es como si agitas dentro de mi cocina, mis caldos, mis recetas, mis motivos y todas mis dudas...Será que aún no se llenaba la luna, no se debe luchar contra lo que dicta el corazón, porque los mejores platos nacen en una buena cocina, con un gran cocinero... y con la luna llena... llena.


Tienes capacidad para conmoverte y conmoverme, te lo dije,  y creo que eres de los que que le dan importancia a las palabras, capaz de paladearlas, con un radar interior que te permite distinguir una palabra triste en un rostro risueño, un gesto amable entre el barullo, la distinción entre lo vulgar, los permeables a la música, los elegantes en la derrota, el inteligente silencioso.... me gusta tu solidez dejando espacio a la humildad.

No pienses...y si lo haces, piensa en el mar, o piensa en mi... tienes alma de mar... (las palabras más bonitas que he leído sobre el mar dicen: "Quién como con puertas puso barricadas al mar y dijo a sus orgullosas olas "hasta aquí podéis llegar y no más allá??"... así pienso en ti... en alguien a quien no se le puede ni cortar alas... ni poner trabas.. siquiera decir "no". Y te creo si me dices que las olas son de magia, y no de agua salada.

¿Te he dicho ya que me gusta lo que eres con una locura innegable? ¿que me gusta imaginar como dices todo lo que dices en forma de torrente?

En realidad...nada hay más gratificante que ir descubriendo y sorprendiéndose...de modo que es inútil preguntar lo que se intuye, o querer saber lo que se sospecha, porque de los indicios, nacen las pruebas y de ahí hasta la evidencia...solo son unos saltitos...mientras sigues los rastros y las huellas, y yo, lo que hago es buscar tus pistas... y buscando lo más importante que te puedo decir es que yo creo en ti... tanto como para creer lo de las olas.

Aunque sea falso el aire... siento que respiro.