Si él esta, las cosas son.



El no calla. El silencia.
El no habla. El entona.
El no escucha. El te espera al final de cada frase. Por ejemplo, aquí.
Los verbos dejan de predicar cuando él los usa.
Y una vez usados, ya no vuelven a ser acción, sino homenaje.
No es hombre. Es estado de ánimo.
Intentar describirle no es narración, sino terapia.
El jamás cambio de opinión. Fue el universo el que estaba a por uvas.
El no mira. El toca con esos ojos que Dios le ha dado.
Y si decide tocarte, ya puedes intentar mantenerte atea.
Si el está, las cosas son.
El no te sonríe. El te dedica su boca.
El no te abraza. El te arroja a sus brazos.
Y tampoco te besa. En todo caso, te arropa en sus labios.
No le expliques a él que es volver. Porque el siempre va.
El jamás se apunta. Se embarca, se enrola, se lía.
No le pidas medias tintas, porque fue él quien se bebió el tintero.
No le sigas la corriente, porque acabaras luchando sola contra los dos.
Y cuanto más te acostumbres, peor será el olvido.


El no camina. El mueve el mundo con sus pies.
Y cuando lo hace, o te apartas, o te aplastas...
Huye del compromiso porque sabe comprometerse.
Huye de las cadenas, porque sabe encadenarse.
Y huye de lo que le persigue porque prefiere perseguir lo que le rehúye.
Él ni es verdad, ni es mentira. Es tontería tratar de meterle en un diccionario.
Si la respuesta es el, cualquiera pudo haber sido la pregunta.
Si él es la pregunta, respondas lo que respondas, te equivocas.
El no es modelo, porque modelo es algo que puede imitarse.
Para confiar en él, hay que empezar por desconfiar en una misma.
Quererse poco, flojito, de lado y sin querer.
Cenarse la esperanza y beberse de un trago los nunca más.
Volverse una nadie cualquiera.
Borrarse la cara de vergüenza.
Y bajarse el orgullo hasta los tobillos.
Algún día, si sufres de suerte, puede que te encuentres con él.
Que te ame a cobro revertido.
Que te deje contra reembolso.
Que te olvide sin remitente.
Porque si te deja, le recordaras hasta que se te agote el olvido.
O hasta donde se te rompa el recuerdo.
Y mientras tú le dices todo esto, yo le espero aquí, sentada en esta nada…



0 personajes osan decir lo que piensan:

Related Posts with Thumbnails