El sexo contigo
es una prolongación de lo que te quiero.
Te miro pintarme la piel del color de tu carne.
Y mientras te acaricio,
te expreso lo que siente mi corazón cuando se detiene.
Tarde intemporal,
sabor de sueños,
Estar contigo, o no estarlo, es la medida de mi tiempo,
hombre que levantas aves solo con el sonido de tu voz,
Ansiedad, alivio... te tengo. Te toco. Te bebo.
Y el horror de vivir en lo sucesivo.
Y yo, que hasta ahora no conocía el sabor de tus sábanas,
Dios mio…
Eres mapas de corazón, abrazos,
sudor, estallido final, pérdida de conciencia, Mi Paraíso.
Tu cama, tu aroma, tu calor.
Tu que proporcionas sentidos,
Cierra los ojos mi amor,
no hay mayor lujuria que el pensar,
porque cuando los abras,
te amaré despacio, para ni mover el aire,
Desinventaré tu amor con un beso,
Y con otro, lo crearé de nuevo,
Sospecharas que tu dios, se esconde dentro de mí.
Piernas, que se entrelazan.
Sudor, que se mezcla.
Amor que se compone de rayos de luna,
Que rompe la suavidad del silencio,
Con culpa, de haber marcado mi alma tan profundamente.
Tu … Intercambios de poemas,
de un cuerpo a otro
a través de genitales que aprendieron a escribir
la esquina de la locura al borde de tu cama,
En realidad, yo no te hago el amor,
Te hago el alma.
Almas cansadas, durmiéndose juntas.
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