Me trajiste.

Me trajiste una bolsita
de gominolas y caramelos,

que sabian a perfume de luna,

Me trajiste tus parpados sagrados,

ahogados de lluvia,

tu rostro húmedo de dulzura

para mi mar de angustia.
Me trajiste alguna flor que tenía vida

y que trepaba por mis balcones,

y un hada que se parece casi a tus ojos.

Me trajiste silencio de complicidades,

ruidos de hojas secas,

que acompañaban mi camino

hasta encontrarte.

Me trajiste algo de tu aliento,

algo de tu pasado,

algo de tus viejos dolores.

y me abrias tus manos.

Y en tu boca,

mordí algun sueño olvidado.

Me trajiste poder respirar,

tanto que sentía el perfume

de la luz cuando te abrazaba.

Y se abría mi boca a tus besos,
la presión, el contacto.
y una Dama de Noche vigilaba este milagro...
Y no estás,

que te fuiste.

Y es la Luna que llora, yo ya no puedo.

Y ahora, vencida por la helada,

callo y sueño,

como animal que perdíó su compañero.

Silencio de distancia.

Y algo tibio, tierno,

responde desde mi pecho...

Es lo que me dejaste, lo que me trajiste

que no muere,
que se espera,
como yo te espero.