
Tuve que oírte llamarme aburrido.
Y me enveneno piel adentro dándote la razón porque no puedo decirle a un león que lo que come una cebra es exquisito y esperar que aprenda a aliñar ensaladas.
Y me enveneno piel adentro dándote la razón porque no puedo decirle a un león que lo que come una cebra es exquisito y esperar que aprenda a aliñar ensaladas.
Me cabreo con tu juicio porque en tu campo no se me ocurre otro adjetivo mejor para mí. Tu bobina de cobre, excitada, me ata… me ancla.
Y mi discurso va a fluir cerdo, pero ¿a quién le importa? Yo soy así, y así es. Tu disgusto, si lo hay, sólo será una prueba más de mi bloqueo. Blame it on my cojera vocal.
Quise follarte. Quise el día que te conocí, quise estando con la una, y estando con la otra, y con la otra y con esta. Quise follarte y nunca he dejado de sufrir esa querencia. Quise enamorado (y no de ti, o tal vez si), quise desquiciado (y no por ti, o tal vez si), quise encoñado (y eso si de ti) y quise sin más lazos.
Por ti y por todos mis compañeros.
Y quise porque, aún lamentando que no suene suficientemente cerdo, eres un mecano hecho con una sartén, un tampax, un ordenador, unas gafas de pasta, un coño invisible, unos ojos escandalosos y una boca caprichosa.
Porque mi ingeniería mecánica no comprende tu mecanismo y te trata a base de llave inglesa cuando necesitas otra cosa… no sé qué. Porque me haces sentir tan TONTO que efectivamente me vuelvo aburrido.
Porque eres la más hermosa complicación que pudo parir un relojero.
Y porque en tu hermosura guardas tu vicio para mis ojos con un tremendo encriptado... todo lo que quería para mi.
¡Me cago en tu calavera! Quise follarte porque sabía que si no me acabarías llamando aburrido. Quise follarte con la polla para descifrarte, desenchufarte, atarte las manos a la espalda y poder follarte entonces con los sesos.
Quise follarte y quiero, y en tu interpretación de esta vomitona puedes ser retórica o literal. Mi consejo (hazme caso, lo he escrito yo) es que seas literal, porque literal es mi simpática erección… ya que si no lo fuera, a lo que está a punto de salir habría que pensar en llamarlo horchata.
1 personajes osan decir lo que piensan:
¡Hala como se pasa la gente!
¿Quién ha escrito eso chata? no creo que seas tú.
Bueno un besazo.
A.
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