
"Cree el velero
que allá
donde termina el mar
empieza el cielo
Pero las piezas
fuera del tablero
sólo esperan
que un rey muera
para empezar de nuevo"
Yo soy el tenebroso, el viudo, el inconsolable que sacrificó su última torre para llevar un peón femenino hasta la séptima línea, frente al alfil y el caballo de las negras, temiendo esa REINA NEGRA.
que allá
donde termina el mar
empieza el cielo
Pero las piezas
fuera del tablero
sólo esperan
que un rey muera
para empezar de nuevo"
Yo soy el tenebroso, el viudo, el inconsolable que sacrificó su última torre para llevar un peón femenino hasta la séptima línea, frente al alfil y el caballo de las negras, temiendo esa REINA NEGRA.
Hablo desde mi base blanca.
Me tentó el demonio en la hora tórrida, cuando tuve por lo menos asegurado el empate. Soñé la coronación de la reina negra y caí en un error de principiante, en un doble jaque elemental…especulando gozar esa reina que nunca fue de mi color… ni mía.
Me tentó el demonio en la hora tórrida, cuando tuve por lo menos asegurado el empate. Soñé la coronación de la reina negra y caí en un error de principiante, en un doble jaque elemental…especulando gozar esa reina que nunca fue de mi color… ni mía.
Desde el principio jugué mal esta partida: debilidades en la apertura, cambio apresurado de piezas con clara desventaja… Después entregué la calidad para obtener un peón pasado: el de la reina.
Ahora estoy solo y vago inútil por el tablero de blancas noches y de negros días, tratando de ocupar casillas centrales, esquivando el mate de alfil y caballo que manda esa serpiente negra que un día creí poseer.
Mi caballo blanco salta de un lado a otro, sin ton ni son, de aquí para allá y de allá para acá. ¿Estoy salvado? Pero de pronto me acomete la angustia y comienzo a retroceder inexplicablemente hacia uno de los rincones fatales, la temo hasta el corazón, me muevo de uno y ella ríe y acaricia mi cruz con desvelo y maldad.
Me doy cuenta entonces de que mi vida no ha sido más que una triangulación. Siempre elijo mal mis objetos amorosos y los pierdo uno tras otro, como el peón de siete dama.
Ahora ella me acomete.
Ya no soy vértice alguno. Soy un punto muerto en el triángulo final.
¿Para qué seguir jugando?
¿Por qué no me dejé dar el mate del pastor?
¿O de una vez el del loco?
Antes de que me haga la última jugada decido inclinarme. Tiemblo y me derribo solo en el tablero...ante ella.
Mi caballo blanco salta de un lado a otro, sin ton ni son, de aquí para allá y de allá para acá. ¿Estoy salvado? Pero de pronto me acomete la angustia y comienzo a retroceder inexplicablemente hacia uno de los rincones fatales, la temo hasta el corazón, me muevo de uno y ella ríe y acaricia mi cruz con desvelo y maldad.
Me doy cuenta entonces de que mi vida no ha sido más que una triangulación. Siempre elijo mal mis objetos amorosos y los pierdo uno tras otro, como el peón de siete dama.
Ahora ella me acomete.
Ya no soy vértice alguno. Soy un punto muerto en el triángulo final.
¿Para qué seguir jugando?
¿Por qué no me dejé dar el mate del pastor?
¿O de una vez el del loco?
Antes de que me haga la última jugada decido inclinarme. Tiemblo y me derribo solo en el tablero...ante ella.
Ya nunca más volveré a jugar al ajedrez. Palabra de amor. Dedicaré los días que me quedan de ingenio al análisis de las partidas ajenas, a estudiar finales de reyes y peones, a resolver problemas de mate en tres, siempre y cuando en ellos sea obligatorio el sacrificio de la reina, y si es la REINA NEGRA, mejor.
7 personajes osan decir lo que piensan:
pobre reina negra.....si alguien hace de su fin, la finalidad de los propios dias
Desnuda se sentía igual que un pez en el agua,
vestirla era peor que amortajarla;
inocente y perversa como un mundo sin dioses,
alegre y repartida como el pan de los pobres.
No quise retenerla, ¿de qué hubiera servido
deshacer las maletas del olvido?
Pero no sé qué diera por tenerla ahora mismo
mirando por encima de mi hombro lo que escribo.
Le di mis noches y mi pan, mi angustia, mi risa,
a cambio de sus besos y su prisa;
con ella descubrí que hay amores eternos
que duran lo que dura un corto invierno.
Conservo un beso de carmín que sus labios dejaron
impreso en el espejo del lavabo,
una foto amarilla, un corazón oxidado,
y esta sed del que añora la fuente del pecado.
Antes que la carcoma de la vida cotidiana
acabara durmiendo en nuestra cama,
pagana y arbitraria como un lunes sin clase
se fue de madrugada, no quiso ser de nadie.
Le di mis noches y mi pan, mi angustia, mi risa,
a cambio de sus besos y su prisa;
con ella descubrí que hay amores eternos
que duran lo que dura un corto invierno.
Negra.....hay amores eternos...que duran lo k un corto invierno
como no me acuerdo de mi puto blog, escribire en el tuyo....nos mandaran al carajo por exceso de texto??? o por exceso de contenido????
;)))
Fin, que fea palabra...
Se torea como se es...Belmonte dixit, ¿recuerdas? Pero en algo tienes razón, pobre Reina Negra, solo que olvidaste las MAYUSCULAS.
Siempre jodiendo....mayusculas,mayusculas.
Se informa a los amables y no amables (porque de todo habra...) usuarios, de que este blog a partir de ahora sera de pago.La profundidad de los contenidos nos lleva a tomar esta decisión, pero tambien obsequiaremos a los mas fieles con un "DONUT TRACK" por cada 10 visitas.
Para los "DONUT TRACK" ponerse en contacto con la Reina Negra com mayusculas
La leche nena...oye, tu tambien quieres un DONUT TRACK??? jejejejej..
Amables, quien quiera un DONUT TRACK que mejor se ponga en contacto con el LEONCITO (Con mayúsculas) que él es el que da los números.
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