
Me atrevo, por fin, a escribirte. Ante todo, discúlpame el arranque. Intentaré ser cortes y educada, tal y como siempre soy.
Tú no me conoces.
Tú no me conoces.
Probablemente ni te hayas dado cuenta de que, a veces, he estado muy cerca de ti. Hace aproximadamente un año que te vi por primera vez. Cuando llegaste a mis mañanas un día caluroso de Julio.
Te miro cuando puedo hacerlo.
Te observo cuando me lo permito.
No me juzgues, no creo que pueda decirte estas cosas mirando tus ojos. No me atrevería nunca. Tengo tu teléfono. Lo he marcado miles de veces desde que sé de tu existencia. Tal vez desde que descubrí que eras importante en mí día a día.
Y te escribo para poder sentirme mejor.
Por favor, no te asustes, no podría perdonármelo.
He estado tan cerca de ti que he podido oler tu perfume… casi hasta acariciar tu pelo.
Te he imaginado miles de veces conmigo, de miles de maneras, en miles de lugares y con miles de besos. Y te he visto con otras mujeres y he debido resignarme por otros motivos.
La realidad es que no lo hago por que, por un lado, no quiero que muera lo que ilusiono de ti. Por el otro, agonizo de avaricia.
Hace muy poco tiempo observé que te veía con menos frecuencia. Pregunte y averigüé que te marchas fuera. Significa esto que ya no volveré a mirarte desde mis rincones. Que mi vida volverá a ser tan gris, vana y hueca como lo era antes. Que todo lo que hago, en todas las horas, queda inerte como cuando no te pienso.
No soy una loca. Soy una mujer con cierto éxito y aparentemente normal.
Es mi vida interior la que esta muy vacía. Por el camino de mi experiencia han pasado muchos personajes, demasiados… ahora existen hasta varios que pretenden ocupar esos trocitos de alma que se despegan de mi buscando tus ojos cada mañana.
Sueño despierta.
Quiero reemplazar mi desierto y mis afonías por una sonrisa tuya, porque cada vez que te he visto reír, ha sido como observar un arco iris en las manos de un niño pequeño.
Como duele mi cobardía.
No quiero que te vayas de mis sueños… no deseo que desaparezcas de mi vida sin siquiera tener la posibilidad de tocar una piel que desde fuera se adivina maravillosa.
Aunque haya intentado averiguar donde vas, no encontré a nadie que me diera razón. Así que no me queda otra opción que escribirte.
Te podría rogar que me contestes. No lo haré. Decide tú si lo deseas hacer o no.
Tampoco voy a pedirte ayuda.
Solo te diré lo que podría ofrecerte.
No perderías tu vida conmigo. No violaría tu fe. No necesitaras pedir perdón a mi lado.
Nunca pensarías que amarme seria un error. No te ahogarías ni comprarías mentiras para pagar tus deudas conmigo. Ni haría jamás sangrar tu corazón, y tus ilusiones crecerían todos los días, y mis “te quiero” no serian fruto del vacio.
Solo deseo, volando alto, que seas tu el final de mi trayecto.
Como duele mi cobardía.
No quiero que te vayas de mis sueños… no deseo que desaparezcas de mi vida sin siquiera tener la posibilidad de tocar una piel que desde fuera se adivina maravillosa.
Aunque haya intentado averiguar donde vas, no encontré a nadie que me diera razón. Así que no me queda otra opción que escribirte.
Te podría rogar que me contestes. No lo haré. Decide tú si lo deseas hacer o no.
Tampoco voy a pedirte ayuda.
Solo te diré lo que podría ofrecerte.
No perderías tu vida conmigo. No violaría tu fe. No necesitaras pedir perdón a mi lado.
Nunca pensarías que amarme seria un error. No te ahogarías ni comprarías mentiras para pagar tus deudas conmigo. Ni haría jamás sangrar tu corazón, y tus ilusiones crecerían todos los días, y mis “te quiero” no serian fruto del vacio.
Solo deseo, volando alto, que seas tu el final de mi trayecto.
0 personajes osan decir lo que piensan:
Publicar un comentario