hecha forma de toro enamorado,
que embiste por mis huesos desbordado,
buscando por mis pechos la salida.
Y este toro constante en la embestida
te busca por mi piel ensangrentado,
te busca por mi frente, te ha buscado
por estos labios que tu amor olvida.
Toro de amor, de llanto, de tristeza;
toro inclemente en loco desvarío
no busqué su presencia, tu fiereza.
Secóse el dulce arroyo en el estío;
no besarán mis labios su pureza
tan solo amarga tierra, ¡toro mío!
Que te puedo decir que no haya dicho ya.
Mi fiel confidente.. divertido, enigmático
y hasta prudente.
Que pena ser dos, que tremendo es pensar
que dos nunca son lo mismo, que dos vientos diferentes,
llevan caminos distintos...
2 personajes osan decir lo que piensan:
El secador del pelo vale como viento?????
Se pueden hacer soplar a la vez en la misma direccion
perdon por la chorrada, es el moro el que habla, no yo y no quiero llorar pensando en vientos....
Lindo lo que escribes, sobre todo rescato lo sig: “que embiste por mis huesos…”
Aunque tengo una duda: Algún delirio con los toros???
De regalo una frase:
“los sentimientos son un desorden endocrino… y yo no lo padezco”
Inconcientes – Cine Arte Normandie
bye
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